sábado, 26 de septiembre de 2009
Sanidad y su guerra a la adicciones.
El ministerio del gobierno que parece más activo, al menos por ahora, es el de Sanidad. Que si hay que modificar las tallas de ropa para controlar que la gente no esté tan gorda, o para evitar sufrimientos en quien, milagrosamente, está en su peso y se empeña en adelgazar. Que si los escolares son futuros enfermos crónicos debido a su malos hábitos alimentarios y al sedentarismo. Que si el tabaco es una ruina para la sanidad pública porque hace gastar miles de millones en atender a pacientes que enferman por el vicio. Y ahora la lucha es contra el alcohol en jóvenes. Hombre, ya era hora, antes parecía que fumar era el mayor crimen contra la humanidad y que en cambio emborracharse no tuviera la menor importancia. Me alegro de que por fin se hayan dado cuenta, aunque a saber qué intereses hay detrás de estas campañas, de que el alcohol no es menos nocivo que otras sustancias. Tenemos la creencia de que emborracharse, al menos, sólo perjudica al propio cuerpo y no a quienes están a nuestro alrededor. Eso que se lo pregunten a familiares y vecinos de alcohólicos, a ver qué opinan ellos. Nunca he estado de acuerdo con la complacencia que existe en nuestra sociedad hacia la bebida. La consideración de "enfermos" a quien se pone ciego de alcohol o va enchutado de droga hasta las cejas, me parece tan absurda como irresponsable. Es inconcebible que se ofrezca al delincuente una excusa tan obsoleta: "Es que iba borracho o estaba muy enganchado y no sabía lo que hacía". Increíble! Vista las consecuencias, consumir tales sustancias no debería ser una atenuante sino motivar que se agraven las penas. "Tú en tu cuerpo puedes hacer lo que quieras", sí, estoy de acuerdo. Pero en el momento en que te conviertes en un peligro público para las demás personas que tienen la desgracia de coincidir contigo, ahí hay que poner freno. Que el alcohol sea una "droga legal"; que se facilite a los chavales "pasarlo bien" porque un autobús irá gratuitamente a recogerlos, o porque van a disponer espacios para sus botellódromos; que si eres mayor de edad puedes beber hasta perder la consciencia porque ya cumpliste los 18; Que si está penado vender droga pero no consumirla... Tal vez habría que plantearse si no sería necesario cambiar algunas cosas... Vistas las consecuencias...
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