viernes, 11 de septiembre de 2009

Entrevista a Eduardo Relero




“Llegué a pintar la esquina de la jefatura de policía en Argentina. Hay morbosidad en lo prohibido”




RM: ¿Lo que más atrae a Eduardo Relero del arte callejero es...?

E.R: Me gusta la espontaneidad manual sobre el fracasado intento de seriedad público. Me gustaría que se animasen a pintar esos edificios emblemáticos de reputados arquitectos contemporáneos, las horribles esculturas abstractas que hay en muchas rotondas y plazas. Pero los jóvenes son demasiado conservadores para hacer algo así, y esto me parece triste. Me encanta ver pintadas sobre las cabinas telefónicas, y sobre ese acabado industrial lujoso europeo con el que hacen las paradas de autobuses, tranvías, los puentes, kioscos. ¡Son tan feos!

“El arte callejero no debe quedar relegado a las zonas degradas socialmente”.

Eduardo Relero es pintor, escultor, dibujante y, a juzgar por los muchos admiradores de sus trabajos, un mago del anamorfismo. Nació en Argentina pero ha pasado gran parte de su vida viajando por Europa y rodeándose de buenas amistades, como Gregory Provenzano, quien ha jugado un papel importante en su formación y con el que ha emprendido importantes proyectos a lo largo de los años.
A la hora de definir lo que es un “profesional del arte”, Eduardo añora el arte de antaño.

E.R: El arte ha perdido la esencia que tenía cuando estaba ligado a la filosofía y a la religión. Hoy en día se ve más como una “salida laboral”, no creo que existan grandes profesionales. Se ha convertido en un tema muy politizado.

RM: Es usted un bohemio trotamundos.

E.R: Empecé a pintar en mi país, Argentina, cuando llegaban las vacaciones de la Universidad. Viajé a Brasil con 21 años dibujando retratos en las plazas, restaurantes, aeropuerto, en una funeraria en Bolivia, recorrí Perú, Chile…En estos viajes me mantenía económicamente con los retratos callejeros. Yo había sido un estudiante de Bellas Artes, Filosofía y Arquitectura. Tenía la cabeza llena de pretensiones intelectuales que pasaban por las Vanguardias estéticas y el Arte Contemporáneo, pero ví de cerca esas portentosas obras del pasado y…

R.M: Volviendo al anamorfismo. Leyendo su biografía, parece que fue pura casualidad la que le llevó a iniciarse en esta técnica.

E.R: Me lo propusieron para un contrato de publicidad. Antes no lo había hecho nunca, pero sabía cosas de geometría por mi formación técnica, soy aparejador y estudié arquitectura. De hecho las primeras anamorfis las hice de una manera y las siguientes fui cambiando el modo de realizarlas. Saqué al menos tres métodos para hacerlas.

R.M: escuchándote hablar así parece que fuera algo sencillo, pero luego me coloco delante de una de tus obras y la impresión que inspira es muy diferente.

E.R: Son dibujos de gran complejidad, sí. Pero la verdad es que la mayoría de ellos no me llevaron más de dos días. El trabajo más largo es el de los bocetos previos.

R.M: ¿No te da pena que tu trabajo desaparezca al cabo de unas semanas?
E.R: Esto es lo que las hace a estas obras diferentes del arte tradicional pensado para perdurar en el tiempo. Pero siempre quedan las fotografías.

R.M: Parece que no quedó muy satisfecho con la experiencia de esa primera campaña de publicidad, y decidió ofrecer sus servicios a festivales y eventos culturales. ¿Pero qué le han hecho a usted los publicistas?

E.R: Prefiero los festivales y eventos culturales porque en ellos desarrollo mi trabajo con libertad, sin tener que someterme a las reglas del marketing. Pero en tiempos de crisis, a veces es necesario aceptar contratos de publicidad.

” El arte callejero existe cuando puedes vivir de otra cosa o cuando vives con tus padres”.

R.M: Se queja constantemente de lo politizado que está el mundo del arte.

E.R: Así es. En Europa la cultura está en manos de lo Público. La aspiración de muchos de los galeristas es formar parte de los museos de Arte Públicos ya que dan prestigio. Lo que no queda bajo lo privado ni lo Público, sencillamente no existe. De ahí que la gente al artista ambulante lo mire mal, como a un “sin trabajo”.

R.M: ¿Qué mueve a Eduardo Relero detrás de cada obra?

E.R: Prefiero el tono satírico y de crítica. Aunque también me gusta hacer otras cosas, como el “Corpus”, de tono más dramático. En general, me fascinan las figuras humanas.

R.M: Utiliza pigmentos diluídos en agua con algo de cola, sus obras conllevan una laboriosa fase previa de plasmación de sus ideas a través de esquemas. Pero, ¿qué es lo más difícil en un trabajo callejero en 3D?

E.R: Lo más complicado de pintar en la calle es que estás expuesto a contratiempos que te pueden impedir finalizar tu trabajo. Como la lluvia, los gamberros, o la policía. El público te habla, te distrae y opina mientras estás trabajando. Deben pensar que pintar es como cambiar la rueda de un coche. Estás expuesto a los marginados, a los que nadie escucha, los locos, los perros, ancianos solitarios, pintores amateur que te persiguen para mostrarte sus obras. Pero por otro lado, esa misma muchedumbre es la que te da alas, fe, fuerza. También hay que contar con el estrés por el clima. Y es importante la calidad del suelo.

R.M: Estamos impacientes. ¿Cuándo, dónde vamos a volver a verte en acción?

E.R: Ahora estoy haciendo una exposición en Milán, de dibujos anamórficos en varios planos. El año próximo haré dibujos en una institución en EE.UU, y me han encargado el diseño de un juguete para ser comercializado por una empresa japonesa. Además tengo planes para realizar tres pinturas en la plaza central de Getxo, en Bilbao (España), para Navidad.

Muchas gracias a Eduardo Relero e invitamos a todos nuestros lectores a visitar su página web y su bitácoras, donde podremos seguir disfrutando con sus trabajos. ¡Sus dibujos son impresionantes! http://eduardorelero.blogspot.com/



Por Teresa Bernal





Fuentes: Eduardo Relero
http://ispgstreetpainting.typepad.com/my_weblog/2008/08/eduardo-relero.html

Publicado en la revista Redmensual.com (mayo)

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