Mi pequeña gran ventana: La revolución de las máquinas

jueves, 10 de septiembre de 2009

La revolución de las máquinas

Si en los comienzos de la robótica hubo quién llegó a temer a las máquinas, ahora sí que hay motivos para ello. Los que trabajan en el desarrollo de los robots dicen que la función de éstos no es sustituir a las personas sino facilitarles la vida ocupándose de realizar las tareas más monótonas, aburridas o peligrosas. Su finalidad es que el hombre se habitúe a convivir con ellos, tal y como hicieron en su día con otros adelantos como el televisor, la radio, la lavadora o el ordenador. Pero lo cierto es que los androides cada vez están más humanizados, y eso es algo que no deja de sorprendernos a ninguno de nosotros.

Esa imagen de las máquinas con apariencia un poco torpe, de movimientos lentos y sonido metálico ya quedó atrás. Ahora los robots tienen unos movimientos casi perfectos, como si su cuerpo estuviese conformado por músculos. Son capaces de subir escaleras, bailar, cruzar calles o mantener una conversación, entre otras actividades de lo más diversas y que realizan con una habilidad casi humana. A veces incluso llegan a superarnos. Es el caso de “Saya”, una robot que habla varios idiomas, fue creada para ser un robot recepcionista y ahora se encuentra impartiendo clases en una escuela de primaria en Tokio. Con semejante curriculum, ¿A que da un poco de miedo?

También las fuerzas de seguridad en Japón cuentan con un androide entre sus miembros, el robot “Anti-ladrones”. Un prototipo T-34 creado por las empresas Tmusk y Alacom que, controlado por un teléfono celular detiene intrusos y los inmoviliza mediante redes.

El robot “Asimo”. Fruto de las investigaciones de la empresa Honda motor Co, que lleva más de veinte años trabajando este tipo de tecnología, además de realizar pequeñas actividades domésticas e interactuar con los humanos reconociendo incluso a sus dueños, ha dado clases de baile en Singapur, juega al soccer y ha llegado a dirigir a la Orquesta Sinfónica de Detroit.

Lo último en robótica son los androides que te leen la mente y aquéllos otros que interpretan tus sueños. También de la mano de la empresa japonesa Honda, nace el “Interfaz Cerebro- Máquina” (BMI). Es un casco con electrodos que escanean la actividad cerebral. Va conectado a un ordenador que se encarga de interpretar según el flujo de sangre y la actividad cerebral, los cambios ligados a cada pensamiento. El ordenador pasa esta información al robot y así éste ejecuta directamente las órdenes. Aún está en fase de pruebas y aunque sus creadores dicen que, de momento, tampoco se pueden esperar que la máquina haga milagros, se está trabajando en decenas de aplicaciones, inclusive que puedan prevenir accidentes de tráfico si detecta que el conductor tiene sueño.

El “Sleep Waking”, reproduce nuestros sueños basándose en los datos de la actividad cerebral y REM mientras dormimos. Fernando Orellana y Brendan Burns son los diseñadores artísticos de este robot que vuela, expresa miedo, gestos, según lo que nuestro movimiento de ojos le indique. Aunque estos comportamientos no son réplicas exactas de lo que soñamos, sí que es un inicio de algo que, tal vez, pueda conseguirse dentro de unos años.

Los logros recientes en robótica impresionan no solo en cuanto a su funcionalidad, sino también en su aspecto físico. Su apariencia externa es lo que más rechazo suele provocar a algunas personas, pero este problema también ha quedado prácticamente superado. En 2006 ya se presentó “Chatty”, un maniquí parlante con rostro digital para darle un aspecto más humano.

En Japón, la población está envejeciendo y los japoneses han invertido grandes cantidades de dinero para conseguir robots cada vez más perfectos que les ayuden tanto en las tareas domésticas, como en las industrias reemplazando la fuerza de trabajo. Teniendo en cuenta que hace unos años pudimos ver androides presentando informativos de televisión, y ahora incluso se encargan de la educación de unos escolares, un dato como ese no sabemos si tomarlo como una “amenaza”. ¿Estaremos entrando en la antesala de la revolución de las máquinas?