miércoles, 7 de julio de 2010

El secreto más escondido de los tibetanos se llama EPAS1


Se trata de un gen, popularmente conocido como "Gen Super Atleta", y a juzgar por los resultados que ha producido en el organismo de los tibetanos, no es extraño su apodo. Y es que el EPAS1 ha permitido a quienes le poseen, adaptarse a vivir en altitudes superiores a los 3000 metros, sin que su cuerpo sufra estrago alguno.


Esto no es habitual, ya que el organismo humano está acostumbrado a unos niveles de oxígeno, los que recibe a nivel del mar, que a cierta altura disminuye considerablemente, lo que conlleva importantes trastornos de salud, como dolor de cabeza, o cansancio excesivo. Los montañeros conocen bien el llamado "mal de alturas" y de las extremas precauciones que deben cuidar para preservar su salud durante las escaladas. Una insuficiente oxigenación puede llevar a consecuencias fatales como una embolia cerebral o incluso conducir a la muerte.


A más de 3900 metros, los niveles de oxígenos se reducen en un 40%. Sin embargo, esto no ha impedido a los habitantes del Tíbet llevar una vida absolutamente normal y engañar a su propio organismo. Si bien presentan niveles de hemoglobina y oxígeno en sangre más bajos de lo que sería habitual en una situación normal, su cuerpo se ha adaptado a las circunstancias.


El EPAS1 es un gen que se encarga de codificar una proteína implicada en detectar los niveles de oxígeno y racionarlo. Su presencia está asociada a una condición física atlética, de ahí su sobrenombre. Capaz de mantener el equilibrio aeróbico y anaeróbico del metabolismo.


Su importancia es tal que se está estudiando cómo podría influir en enfermedades asociadas a la falta de oxígeno como laa epilepsia, o la esquizofrenia.


Pero si bien sus funciones le hacen merecer dicho calificativo, no es menos excusa considerarle casi milagroso por la velocidad a la que ha logrado esa adaptación. Este es precisamente el dato que más ha sorprendido a los investigadores. Y es que parece ser que los tibetanos se adaptaron a la altitud en menos de tres mil años.


Los científicos se han quedado boquiabiertos al comprobar que se trata del cambio genético más rápido hasta el momento conocido en los seres humanos.



Por tanto, debemos sumar un eslabón más en la teoría de la evolución. El organismo vivo en el que se produce la mutación esta vez es el propio hombre. El responsable se llama: "EPAS1".


Numerosas especies animales y vegetales están modificándose genéticamente para hacer frente al cambio climático. Es el caso del mosquito de américa del norte, que cada vez retrasa más su retirada para pasar el invierno, y las hojas caducifolias en los ecosistemas mediterráneos, que aparecen 16 días antes y se caen 13 días después. ¿Será el ser humano capaz de sobrevivir a los cambios? El prodigioso ejemplo del gen EPAS1 nos abre la puerta a la esperanza.



Fuentes: Teletipo Europa Press
Consumer Erosky
El país
Temalia
Fuente imagen: abaco-sa.com

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