domingo, 10 de julio de 2011

La muerte a veces llega de forma inesperada. Los periodistas debemos sentirnos avergonzados a causa del caso News of the World. Como periodista, pido perdón, porque "hermanos", compañeros, aunque sean lejanos y desconocidos, hayan cometido tropelías como ésta. Asistimos a la lamentable noticia de que por culpa de la tiranía de los empresarios, centenares de periodistas pierden su puesto de trabajo. Y el periodismo queda de nuevo en entredicho. La culpa es de los empresarios de las empresas de comunicación. El desenlace previsible del imperio Murdoch nos trae el consuelo de que a todo cerdo, tarde más o menos tiempo, le acaba llegando su San Martín. Lástima que en sus manos esté el puesto de trabajo de profesionales que tal vez siéndolo, no pudieron soportar las presiones de llegar a fin de mes y se vieron abocados a estas fechorías. Adiós.

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